sábado, 4 de diciembre de 2010

Recibiendo la notificación de desempleo.

El efecto sicológico inmediato de recibir la noticia que se ha sido despedido, puede causar un shock emocional en muchas personas, que a corto plazo puede llevarlo a la depresión.
El perder el empleo puede ser devastador para una persona. Ya que las personas en esta situación sufren sensaciones de frustración y desconcierto. Generalmente la pérdida de empleo se aborda por la sociedad, la familia y el mismo desempleado desde el punto de vista económico, y no se le presta la atención a la parte sicológica que recibe un fuerte impacto.
José Buendía, profesor de Psicopatología de la Universidad de Murcia, en su libro El impacto psicológico del desempleo, afirma que tener empleo es una “expectativa social y cultural desde la infancia, reforzada a través de los años en la escuela, la familia...”

Este evento puede ser deprimente para algunos, ya que representa el fin de una etapa de su vida; de pasar de un cierto control y comodidad a vivir en incertidumbre y desconcierto. Además representa el fin del rol que representábamos en la sociedad que nos caracterizaba y daba algún valor. Por ejemplo si usted se definía como: soy el Director de relaciones públicas de la empresa xxx….entonces ¿Quién es ahora?

Aunque los sentimientos de frustración, culpabilidad y desconcierto ante el futuro, que se producen después de un despido, afecta de forma distinta a jóvenes y a personas mayores, siempre habrá un efecto negativo de esta experiencia.

Por ello, lo primero que se debe hacer es aceptar que ha perdido su empleo, y que ahora debe de buscar uno nuevo. Entre menos tiempo espere para comenzar a buscar trabajo, le permitirá cotizarse mejor en el mercado laboral, y podrá utilizar sus contactos que aun mantiene activos. Es necesario dejar la idea que está de vacaciones, y que es un tiempo que utilizará para usted mismo, si su economía no se lo permite.

Ajústese el cinturón en los gastos familiares y personales. Este ajuste debe realizarse inmediatamente después de recibida la noticia de que está desempleado. La mayoría de las personas no están en una posición económica solida que le permita estar mucho tiempo sin ingresos, por lo que es necesario cuidar al máximo la indemnización u otros ahorros que se tengan, ya que hay gastos que no se pueden obviar: casa, estudios de los hijos, luz, agua, etc. Se deben evitar a toda costa los gastos superfluos, es decir, aquellos gastos que no son importantes realmente: comprar ropa nueva, cambiar el televisor, salir de paseo, etc. 


Luego, establezca su base de operaciones en su casa, prepárese para la elaboración de currículums, realizar contactos, hacer llamadas, buscar en internet las oportunidades laborales, etc. Evite hacer estas actividades en otros lugares para no incurrir en gastos extra. Recuerde que durante este tiempo su casa será su oficina, por lo que deberá estar preparado para trabajar 8 horas.

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